Redacción
Ankara, Turquía.- Las autoridades turcas han detenido a 474 personas por su presunta participación en una ola de agresiones contra refugiados sirios en varias regiones del país, desencadenada por un caso de abuso infantil. El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, informó en un comunicado que más de la mitad de los detenidos (285) tienen antecedentes penales.
El brote de violencia comenzó la noche del pasado domingo en Kayseri, en Anatolia central, tras difundirse la noticia del abuso de una niña siria de 5 años por parte de un adulto, supuestamente un familiar de la víctima, también de nacionalidad siria. Este caso provocó fuertes protestas contra la política del Gobierno central de acoger a millones de refugiados sirios, las cuales rápidamente se transformaron en ataques contra estos individuos.
En los últimos dos días, la ola de violencia se ha extendido a varias regiones de Turquía y a zonas del norte de Siria controladas por el ejército turco. En Kayseri y otras provincias turcas, los refugiados sirios han sido blanco de ataques, mientras que en Siria, las agresiones se dirigen contra soldados, entidades y símbolos turcos.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos cuatro personas murieron y más de 20 resultaron heridas en enfrentamientos con las fuerzas turcas en dos ciudades del noroeste de Siria durante protestas contra los ataques a tiendas y casas de ciudadanos sirios en Kayseri. Las manifestaciones se han producido en al menos 15 zonas del noroeste de Siria en respuesta a lo que la ONG denuncia como «prácticas racistas contra refugiados sirios en Turquía, campañas de deportación forzada y ataques a sus propiedades por parte de turcos racistas.»
Yerlikaya hizo hoy un llamado a la calma, diciendo: «No cometamos delitos dañando a las personas, el medio ambiente y la propiedad por medios ilegales. Nuestro Estado es fuerte. Quienes traman estas conspiraciones contra nuestro Estado y nuestra nación recibirán la respuesta que merecen.»
Nota original: OEM