Redacción
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, se encuentra hospitalizado en estado crítico tras recibir varios disparos en un intento de asesinato ocurrido después de una reunión gubernamental en la ciudad de Handlova. Según los ministros del Interior y de Defensa, el ataque tuvo motivaciones políticas.
El atentado ocurrió frente al centro cultural donde se celebró la reunión gubernamental. El agresor, oculto entre una multitud que esperaba saludar al primer ministro, abrió fuego hiriendo gravemente a Fico. Imágenes de la escena muestran al primer ministro siendo trasladado de urgencia a un vehículo por su equipo de seguridad. Inicialmente, Fico fue llevado a un hospital local y luego trasladado en helicóptero a un centro de traumatología en Banska Bystrica, a unos 30 kilómetros de distancia. Ninguna otra persona resultó herida en el ataque.
El ministro de Defensa, Robert Kaliňák, y el ministro del Interior, Matúš Šutaj Eštok, condenaron el ataque, calificándolo de «motivado políticamente». Šutaj Eštok afirmó que el agresor actuó tras las recientes elecciones presidenciales. El viceprimer ministro, Tomáš Taraba, informó que Fico había sobrevivido a una cirugía y que su condición ya no era crítica.
En una conferencia de prensa, la presidenta eslovaca, Zuzana Čaputová, confirmó la detención del sospechoso y pidió a la población no difundir rumores no confirmados. Čaputová calificó el ataque como «brutal e imprudente» y una afrenta a la democracia. Los ministros de Defensa e Interior señalaron que el clima político de odio y división contribuyó al intento de asesinato.
“El odio no es una respuesta al odio”, dijo Kaliňák, visiblemente afectado, mientras Šutaj Eštok pidió calma a la ciudadanía y a los medios de comunicación, instándolos a utilizar su influencia para reducir la polarización.
Desde su regreso al poder el año pasado, Fico ha polarizado a la sociedad eslovaca. Sus críticos lo acusan de populismo y de acercamiento a Rusia, mientras sus seguidores lo ven como un líder preocupado por los intereses nacionales. Recientemente, Eslovaquia ha sido testigo de protestas contra las reformas de su gobierno de coalición, incluyendo el cierre de la emisora pública RTVS.
Fico, de 59 años, es el político más poderoso de Eslovaquia, con un historial de más de una década en el cargo de primer ministro. Anteriormente, se vio obligado a dimitir en 2018 tras las protestas por el asesinato del periodista Jan Kuciak, quien investigaba la corrupción en el país.
Líderes europeos condenaron el ataque. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su repudio a través de Twitter, calificando el atentado como un acto que socava la democracia. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, y el primer ministro checo, Petr Fiala, también enviaron mensajes de apoyo a Fico y su familia, condenando la violencia.
El ataque contra Fico representa una profunda herida en la democracia eslovaca, siendo el primer incidente de este tipo en los 31 años de la república democrática y soberana. La situación sigue desarrollándose, con las autoridades eslovacas monitoreando de cerca la salud del primer ministro y la estabilidad política del país.
Nota original: CNN