Hace dos semanas se celebró la 94ª edición de los premios Óscar que dio mucho de que hablar, entre el polémico altercado protagonizado por el actor Will Smith y el comediante Chris Rock, la representación Latina en diversos ámbitos como una notoria cantidad de nominaciones, el premio a mejor película que obtuvo el largometraje “CODA” que cuenta con la participación del actor mexicano Eugenio Derbez y por supuesto las presentaciones musicales de la cinta “Encanto” de Disney (ganadora a mejor película animada) a cargo de Sebastián Yatra con “Dos Oruguitas” y diversos intérpretes entre los cuales se encontraban Luis Fonsi y Becky G con “We don´t talk about Bruno”.
La marcada presencia de la película de Disney en la ceremonia de los Óscar, dejando de lado si merecía el premio a mejor película animada, si hace un buen trabajo representando a Colombia o incluso sobre su calidad como película en general, da lugar a hablar sobre el mensaje que nos deja acerca de la ansiedad, la presión familiar y los traumas generacionales, temas que pueden parecer extraños para una película infantil y que si bien puede debatirse si se tratan de manera superficial, son un elemento central de la película, es necesario hacer una advertencia de spoilers sobre la película por lo que si aún no la haz visto, te recomiendo preparar unas buenas palomitas, disfrutar de “Encanto” y después regresar a leer el resto de esta nota.
La película se centra en la vida de la familia Madrigal, todos ellos bendecidos con magia que utilizan para apoyar a la comunidad en la que viven, todos con excepción de Mirabel quien tendrá la misión de salvar la magia y a su familia, la típica trama ¿no? Pero ¿De qué exactamente debe salvar Mirabel a su familia? Si viste la película sabrás que no hay un villano o alguien que este intentando destruirlos y aunque la abuela juega el papel de antagonista no lo hace apropósito, justamente las grietas que poco a poco destruyen la casa de los Madrigal surgen con la abuela y la perdida de su esposo que nunca pudo superar ¿Notaron como ese mismo chal negro que se colocó cuando era joven jamás se lo quitó? La abuela Madrigal al verse sola con sus tres hijos hizo el juramento de protegerlos a ellos y a su comunidad ignorando su dolor, misión que heredó a toda su familia ya fuera que lo quisieran o no. Poco a poco la presión de esa misión se convirtió en fuente de ansiedad y angustia para la familia, se convirtió en las grietas que acabarían por destruir su hogar. La tía Pepa por su habilidad de controlar el clima, le teme a sus propias emociones y en lugar de aceptarlas y controlarlas las reprime ¿Notaste como cada vez que se sentía nerviosa no podía parar de tocarse el cabello? Bruno, uno de los personajes más queridos de la película, decidió alejarse de su familia por la culpa que sentía de las profecías que veía, algo que ni siquiera estaba en su control, Luisa una de las hermanas de Mirabel se sentía con la constante presión de proteger a la familia y cargar con el peso de todos sus problemas, lo que acabó por llevarla a un quiebre emocional, Isabela la otra hermana de Mirabel, debía ser siempre perfecta y constantemente tenía las miradas de todos encima suyo, las expectativas que debía llenar la llevaron a sentir celos de Mirabel de quien no se esperaba nada y podía vivir sin esa presión, por su lado Mirabel no se sentía parte de su propia familia pues al no tener un don, constantemente era ignorada o incluso tratada como un estorbo, ella tambien envidiaba a su hermana y este sentimiento mutuo las llevó al conflicto.
El problema se resuelve cuando después de aparentemente perderlo todo, la familia acepta que son más que sus dones y la abuela Madrigal se da cuenta de su error y se permite comenzar a sanar junto a su familia. Es discutible si el resto de la familia no fueron bien aprovechados como personajes ¿A alguien más le hubiera gustado que se explorara una crisis de identidad de Camilo? O si el final destruye todo el mensaje que se construyó en la película. Pero lo que si podemos aprender es que en ocasiones causamos daño a los que queremos sin darnos cuenta o sin tener la intención, sin embargo, lo importante siempre será poder reconocer nuestros miedos, debilidades y heridas, para poco a poco y pieza por pieza poder sanar, perdonar, reconstruir y crear algo nuevo y mejor, un hermoso mensaje que nos invita a la reflexión acompañado de una temática que cada vez toma más importancia: nuestra salud mental y emocional.
Un artículo de Abel López Robles