Redacción
En el marco del Día del Maestro, este miércoles 15 de mayo, miles de docentes en todo México se movilizan para recordar la importancia de su labor y para hacer visible una realidad que enfrentan día a día: las condiciones laborales, incluido su salario.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el ciclo 2022-2023, el país contaba con un total de un millón 639 mil 348 docentes distribuidos en 217 mil 288 escuelas y universidades públicas. El 38% de este magisterio se concentra en entidades como el Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Veracruz y Puebla.
Del total nacional, el 63% se desempeña en educación básica, donde las mujeres representan el 66.8%, con salarios promedio mensuales de 7.4 mil pesos, mientras que los hombres conforman el 33%, con salarios de 8 mil pesos. Esta feminización de la profesión docente se ve reflejada en una brecha salarial significativa.
Según María Ramos Casiano, Profesora de la Facultad de Economía de la UNAM y miembro del Centro de Análisis de Coyuntura Económica, Política y Social (CACEPS), a pesar de las reformas educativas, persisten rezagos administrativos y criterios de ingreso y promoción que afectan los derechos laborales de los maestros. Además, se observa un aumento en la carga de trabajo administrativo, lo que se traduce en jornadas laborales más largas y reducción del periodo vacacional.
Aunque el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un incremento salarial fijado en 16 mil pesos mensuales, Ramos Casiano considera que esto es insuficiente para revertir la precarización del trabajo docente, lo que ha motivado las movilizaciones del magisterio democrático de la CNTE en diversas entidades del país.
En el ámbito de la educación media y superior, el panorama no es menos preocupante. Con 322 mil 817 docentes en educación media superior y 270 mil 204 en educación superior, el salario promedio se sitúa en 9 mil pesos mensuales, con condiciones laborales precarias que incluyen contratos por hora pizarrón impartida y falta de estabilidad laboral.
Las recientes huelgas en instituciones como el Conalep y paros en la UNAM son ejemplos claros del descontento que prevalece en el sector educativo superior. Ante esta realidad, Ramos Casiano enfatiza la necesidad de revalorar la profesión docente y resignificar su trabajo dentro de un proyecto de país que promueva una educación crítica y transformadora. Esto requiere un aumento significativo del presupuesto en educación, ciencia y cultura, al menos al 8% del Producto Interno Bruto, como lo establece la Unesco.
En este Día del Maestro, es crucial no solo reconocer la labor de quienes forman las mentes del futuro, sino también comprometerse con la mejora de sus condiciones laborales y la valoración de su trabajo en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Nota Original: INFORMADOR.MX