Redacción
Ciudad de México.- El Salón Maya 4 del World Trade Center (WTC) se convertirá en el epicentro de las tensiones dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) este domingo 7 de julio, cuando celebre su XXIV Asamblea Nacional Ordinaria. El actual dirigente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, enfrentará un crucial desafío: modificar los estatutos del partido para permitir la reelección de los dirigentes nacionales y estatales hasta por tres periodos consecutivos.
La propuesta de Moreno busca promover «la profesionalización, la mejora continua y la culminación de programas y proyectos», argumentando que es crucial para modernizar y fortalecer al partido. Desde que asumió la presidencia del PRI en 2019, Moreno Cárdenas ha liderado con la intención de extender su mandato hasta 2028, e incluso 2032, desatando fuertes divisiones entre la militancia y los cuadros del partido.
Dulce María Sauri, exdirigente del PRI, advierte que la permanencia prolongada de Moreno Cárdenas podría ser perjudicial para el partido. En una entrevista con El Sol de México, Sauri expresó que esta medida podría «prácticamente poner el clavo en el ataúd del PRI», subrayando la necesidad de democratizar la estructura interna del partido.
La oposición interna ha cobrado fuerza con figuras prominentes como Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones, quienes han llamado públicamente a evitar la reelección de Moreno. Incluso, más de 250 militantes priistas han firmado una carta exigiendo su renuncia y proponiendo la formación de una dirigencia interina democráticamente designada.
Los conflictos internos han escalado durante el último año bajo la presidencia de Moreno, resultando en la renuncia de destacadas figuras como Claudia Ruiz Massieu y Eruviel Ávila, así como pérdidas significativas en gubernaturas y representación en el Congreso.